martes, 25 de mayo de 2010

El Tango

El Tango

ORIGEN

El Tango se gesta en ambas márgenes del Río de la Plata entre 1850 y 1890. A principios del siglo XIX con su aceptación popular a nivel mundial la danza evoluciona hasta su forma actual.

Este baile que se originó en el puerto de Buenos Aires y rapidamente se extendió a los barrios del sur, como San Telmo, Monserrat y Pompeya, tuvo su crecimiento paralelo con el de la sociedad argentina, formada por inmigrantes europeos, que aportaron muchos de sus elementos.

Alrededor de 1860, entre los criollos y gauchos rioplatenses, marineros, indios, negros, y mulatos, se bailaba suelto músicas como valses, de origen austríaco y alpino; pasodoble y tango andalúz; zarzuela; bailes de origen escocés; habaneras, de origen cubano; polka; mazurcas, cuadrilla y milonga; teniendo como base el fandango y el candombe de los negros.
En esa época aún no existía el Tango como danza propiamente dicha.

El sonido del bandoneón (de origen alemán) se incorporó como algo imprescindible a pianos, guitarras criollas, contrabajos y violines.

En los barrios surgió el "tango arrabalero," aquel que bailaban en el arrabal, hombres y mujeres con los cuerpos fuertemente abrazados, y que escandalizó a la sociedad de la época.
Condenado por la iglesia y prohibido por la policía por incitar al escándalo, fue asociado con la lujuria y la diversión "non sancta" junto a la bebida y el baile.

Su prohibición obligó a bailarlo en sitios ocultos hasta haber entrado en el siglo XIX, por eso su ambiente de nostálgica pasión.

Amparados en la oscuridad de la noche, guapos y arrabaleros deslizaban sus sentimientos en lo profundo de un verso, una melodía o bailaban abrazados a su ardiente compañera.

En ese entonces, solamente los estratos sociales humildes, los del suburbio, cultivaban esa danza. El Tango surgió en burdeles, rancherías y boliches. Los prostíbulos lo fomentaban con la finalidad de aproximar los cuerpos masculinos y femeninos.

Era concebido como "vulgar" por los estratos mas conservadores, marginado socialmente por buscar la sensualidad y el placer.

La insólita fusión de lenguas, conocimientos y costumbres genera el fenómeno del tango y paralelamente un lenguaje, el lunfardo. Esta manera de hablar tomaba palabras de algunos dialectos italianos, y de otras lenguas traídas por los inmigrantes, absorbidas y adaptadas al porteño.

Al principio era el lenguaje de los presos y los delicuentes, comunmente hablado por la gente del puerto. El lunfardo es al castellano lo que el cockney o el slang son para el inglés británico y al inglés americano.

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